El cliente es el centro del negocio y las ventas la mejor garantía de supervivencia

30 de enero de 2013

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La crisis y la consiguiente caída del consumo han obligado al comercio español a agudizar el ingenio para conseguir atraer al cliente. Noches de hotel gratis, billetes a precios de risa, productos con precio a criterio del consumidor…, etc. ¡¡El casi todo con tal de vender más!!

Dice el refranero popular que “en el amor y en la guerra todo vale”. Y a juzgar por las últimas estrategias para incrementar las ventas puede que esta máxima también se pueda aplicar en las pymes españolas.

Las rebajas, que algunos apocalípticos señalan como un espécimen en peligro de extinción debido a los negocios “low cost“, tampoco parecen convencer demasiado a unos consumidores cada vez más aferrados al ahorro.

Desde una perspectiva económico-financiera: las ventas son el medio para la generación de beneficio, nunca pueden ser el fin.

Poner todo el acento en vender y convertir las ventas en el principal objetivo está bien pero hasta cierto punto. Aumentos en los volúmenes de ventas no es siempre garantía de mayores beneficios y, por tanto, el resultado real es que, aunque se venda más, puede que se gane menos. Pero esto no termina aquí; además, el hecho de tener más facturación supone: aumentos de almacén, incremento en la financiación de clientes, activos que se financian con recursos ajenos y de corto plazo, por lo que se deteriora la posición financiera.

Por ello, por mucho que caiga el mercado, cuidado con las políticas que ponen todo el énfasis en las ventas.